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Tienen los Lacedemonios templos, no sólo del Miedo, sino de la Muerte, de la Risa y de otros afectos y pasiones; mas si veneran al Miedo, no es como á los Genios que queremos aplacar, teniéndolo por nocivo, sino en la persuasion de que la república principalmente se sostiene con el temor; y por esta razon los Eforos al entrar á desempeñar su cargo mandan por pregon, segun dice Aristóteles, que se afeiten el bigote, y observen las leyes, para no encontrarlos indóciles. Y lo del bigote en mi concepto lo comprenden en el pregon para acostumbrar á los jóvenes á la obediencia áun en las cosas más pequeñas. En mi dictámen asimismo no creian los antiguos que la fortaleza era falta de miedo, sino más bien temor del vituperio y miedo de la afrenta; porque los que más temor tienen á las leyes, son los más osados contra los enemigos, y sienten ménos el padecer y sufrir los que más temen á que se hable mal de ellos. Así tuvo mucha razon el que dijo:
Allí está la vergüenza donde el miedo;
y Homero:
Yo os venero y temo, oh caro suegro;
y en otra parte:
Callados y temiendo á sus caudillos.
Porque á los más les sucede que muestran rubor ante aquellos á quienes temen; y por esta causa habian erigido los Lacedemonios templo al Miedo junto al cenador de los Eforos, habiendo acercado la autoridad de éstos muy próximamente á la de un monarca.
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