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Para que sepas cómo nacen las pasiones, crecen y se desarrollan, te diré que el primer impulso es involuntario, siendo como preparación de la pasión y á manera de empuje: el segundo se realiza con voluntad fácil de corregir, como cuando pienso que necesito vengarme porque he sido ofendido, ó que debe castigarse á alguno porque ha cometido un crimen: el tercero es tiránico ya; quiere vengarse, no porque sea necesario, sino aunque no lo sea, y éste vence á la razón. No podemos evitar por medio de la razón la primera impresión del ánimo, ni más ni menos que esas impresiones del cuerpo de que ya hemos hablado, como bostezar cuando se ve bostezar á los demás, y cerrar los ojos cuando bruscamente nos acercan á ellos la mano. Estos movimientos no puede impedirlos la razón; tal vez el hábito y constante vigilancia atenuarán los efectos. El segundo movimiento, que nace de la reflexión, por la reflexión se domina
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