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Universidad de Murcia
Sobre la ira (De ira) - Libro II

 

Otras mil cosas existen en las que la perseverancia ha vencido todos los obstáculos, y prueban que nada es difícil cuando el alma se ha impuesto á sí misma la paciencia. En los hechos que acabo de mencionar, el premio era nulo ó muy inferior á trabajo tan obstinado. En efecto, ¿qué cosa magnífica gana el que ha aprendido á correr por la cuerda tirante, á cargar sus hombros con enormes pesos, á no someter sus ojos al sueño, á penetrar en el fondo del mar? Y sin embargo, por escaso provecho, la perseverancia ha conseguido su objeto. ¿Y nosotros no invocaremos en nuestro auxilio la paciencia qué tan hermosa recompensa nos reserva, la inalterable tranquilidad del alma feliz? ¿No es gran victoria libertarse de ese mal tan temible, la ira, y al mismo tiempo de la rabia, la violencia, la crueldad, el furor y demás pasiones que le acompañan? No debemos buscar patrocinio para nosotros mismos, ni derecho á excusarnos diciendo: ó es útil ó es inevitable; porque ¿qué vicio ha carecido nunca de abogado? No debe decirse que la ira no puede curarse: los males que nos afligen no son incurables, y la naturaleza misma que nos creó para el bien, nos ayuda, si queremos enmendarnos. Ademas, el camino de la virtud no es, como algunos han creído, áspero y difícil, sino que se marcha por él con planta segura. No vengo á referiros cosas vanas: fácil es el camino hacia la vida feliz; emprededlo solamente bajo buenos auspicios y con favorable asistencia de los dioses. Mucho más difícil es hacer lo que hacéis: ¿qué hay más grato que la tranquilidad del ánimo? ¿qué más laborioso que la ira? ¿qué más tranquilo que la clemencia? ¿qué más atareado que crueldad? La castidad siempre está en calma, el libertinaje siempre ocupado, y todas las virtudes, en fin, se conservan fácilmente, manteniéndose los vicios con grandes trabajos. ¿Debe contrarrestarse la ira? Así lo confiesan en parte los que dicen que debe moderarse. Proscribámosla por completo, puesto que para nada puede servir. Sin ella, con más facilidad y seguridad se suprimirán los delitos, se castigará á los malvados y se les atraerá al bien.


 
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Contenido
Libro II

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