EtimoClassica

En griego, el primer elemento del compuesto, χαλκός, se atestigua en las tablillas micénicas del segundo milenio antes de Cristo; y desde antiguo se emplea con el valor concreto de los metales citados, bronce o cobre, pero también para nombrar distintos útiles elaborados con esos materiales: espada, lanza, hacha, coraza, cascos, anzuelo, moneda, etc. El origen de la palabra es oscuro, como sucede con muchos de los nombres de los metales griegos, aunque es muy citada la relación con términos de lengua orientales, como el fenecio o el arameo (cf. Chantraine, 1243-1244). Una muestra de cómo se trabaja esta técnica hoy en día puede verse aquí.